Por desgracia, en algunas ocasiones, una noche de fiesta puede derivar en tragedia, como ha sucedido en algunos de los conciertos más recordados de todos los tiempos. Un buen ejemplo es el que ofreció Pearl Jam en Copenhague, Dinamarca, el 30 julio del año 2000, durante el Festival Roskilde. Todo sucedió cuando se desencadenó una avalancha humana que aplastó contra las vallas de contención a la gente que se encontraba en la parte más cercana al escenario. Eddie Vedder, atónito ante lo que estaba sucediendo, interrumpió el concierto y pidió a través del micrófono que la gente diera un paso hacia atrás, pero todo resultó inútil. Nueve personas murieron aplastadas y varias resultaron heridas. Tras el desgraciado incidente, Per Johansen, una de las personas responsable de la seguridad declaró que intentó en vano durante quince minutos lograr que se suspendiera el concierto de Pearl Jam, al ver a los espectadores atrapados delante del escenario. "El mensaje tardó demasiado en llegar al encargado del escenario y a la banda. Desde el momento en que por primera vez vi que había gente que se había caído y que no se podía levantar hasta que se interrumpió la música pasó al menos un cuarto de hora", aseguró Johansen.
Tres asistentes suecos, que también quedaron atrapados delante, informaron al diario Dagens Nyheter que las fuerzas de seguridad se mostraron muy pasivas y no fueron lo suficientemente fuertes como para sacar rápidamente de la masa a los atrapados hacia el espacio de seguridad que hay delante del escenario. Los tres relataron que "se luchaba por cada milímetro de espacio. Si alguien levantaba un pie, no podía volver a pisar el suelo. Aplaudir era imposible". En esa estrechez torturante, según los testimonios, hacía un calor tremendo y faltaba completamente el oxígeno a nivel del suelo, lo que para los espectadores que resbalaron y cayeron se convirtió en una trampa mortal. Pearl Jam, sintiéndose culpables de lo sucedido, decidieron cancelar los últimos conciertos de la gira europea en la que estaban inmersos, e incluso pensaron en separarse. Finalmente la investigación policial reveló que el fatídico suceso se originó por problemas técnicos, evitando así, con este resultado, la separación de la banda.
Tres asistentes suecos, que también quedaron atrapados delante, informaron al diario Dagens Nyheter que las fuerzas de seguridad se mostraron muy pasivas y no fueron lo suficientemente fuertes como para sacar rápidamente de la masa a los atrapados hacia el espacio de seguridad que hay delante del escenario. Los tres relataron que "se luchaba por cada milímetro de espacio. Si alguien levantaba un pie, no podía volver a pisar el suelo. Aplaudir era imposible". En esa estrechez torturante, según los testimonios, hacía un calor tremendo y faltaba completamente el oxígeno a nivel del suelo, lo que para los espectadores que resbalaron y cayeron se convirtió en una trampa mortal. Pearl Jam, sintiéndose culpables de lo sucedido, decidieron cancelar los últimos conciertos de la gira europea en la que estaban inmersos, e incluso pensaron en separarse. Finalmente la investigación policial reveló que el fatídico suceso se originó por problemas técnicos, evitando así, con este resultado, la separación de la banda.