En el año 2003, una localidad del Estado de Florida aprobó una ley que prohíbe la venta de entradas para presenciar un suicidio en directo, después de que la banda de rock Hell on Earth anunciara que una persona se quitaría la vida durante uno de sus conciertos. Según publicó el diario Daily News, el grupo había anunciado el concierto y el suicido sobre el escenario como protesta a favor del derecho a la eutanasia. Alarmados ante la noticia, los concejales de la localidad de San Petersburgo, en Florida, se reunieron y aprobaron una legislación que prohibe el suicidio con propósitos comerciales o de entretenimiento, como también la promoción o venta de entradas para dicho evento. "A pesar de que pienso que sólo se trata de publicidad, no podíamos quedarnos sentados sin hacer nada ante la posibilidad de que alguien se quite la vida", dijo al rotativo el concejal Bill Foster. El dueño del teatro canceló el show al enterarse de las intenciones del grupo, mientras que otros locales también lo rechazaron. Sin embargo, el líder del grupo, Billy Tourtelot, informó que el concierto y el suicidio se iban a realizar de todas formas, en un lugar que no especificó, y que serían transmitidos en vivo en la web del grupo. "Se trata de algo más que un show, se trata de defender lo que uno cree y yo apoyo los suicidios asistidos", dijo Tourtelot. Finalmente el concierto se realizó y fue retrasmitido por Internet, pero no pudo verse porque la web fue atacada por una inundación de datos provenientes de ordenadores ubicados en algún lugar de Hong Kong, y se desconoce si realmente se llevó a cabo el suicidio.
Fuente: Rolling Stone