En la década de 1980, Bob Geldof fue muy popular por ser el protagonista principal de la película The Wall, versión cinematográfica de la ópera rock del grupo Pink Floyd, y por organizar el Live Aid en 1985, el primer mega-concierto con fines benéficos de la historia. Este evento fue un éxito de recaudación de más de 140 millones de dólares para el hambre y la pobreza en África, y Geldof consiguió con ello el título extraoficial de "santo". Por aquel entonces Bob tenía una rubia, carismática e inteligente novia llamaba Paula Yates, a la que le gustaban en exceso las drogas, sobre todo la heroína. Con la ayuda de Bob, Paula se convirtió en una afamada periodista y presentadora de televisión. En 1983, Yates dio a luz a su primer hijo, una niña llamada Fifi Trixibelle, y el 31 de agosto de 1986 la pareja decidió formalizar su relación con una boda a todo lo grande a la que acudieron famosos músicos, como Annie Lennox del grupo Eurythmics y Simon LeBon de Duran Duran. La pareja llegó a tener dos niñas más, Peaches Honeyblossom, nacida en 1989, y Pixie, nacida en 1990. Paula continuó con su trabajo como presentadora de televisión, y Bob desarrolló un espectáculo llamado Big Breakfast para promocionar a su querida mujer. El programa era esencialmente un talk-show, en el que Paula entrevistaba a sus invitados juguetonamente desde una cama. El programa fue un éxito inmediato. Desafortunadamente, en 1994 Paula entrevistó a Michael Hutchence, cantante de la banda de rock INXS, y se produjo un fulminante flechazo entre ellos.

El divorcio entre Paula y Bob, como cabía esperar, fue uno los más sonados en el mundo del espectáculo y llenó las primeras páginas de la prensa británica durante años. Geldof, quien seguía enamorado de Paula, utilizó todo su considerable poder e influencia para conservar la custodia de sus tres hijas. También decidió hacerle la vida imposible a su ex lanzando todo tipo de rumores sobre Hutchence, de esta forma pronto el líder de INXS adquirió fama de ser sexualmente un vicioso e insaciable. En julio de 1996, Paula Yates dio a luz a la hija de Michael, a la que llamaron Heavenly Hiraani Tiger Lily Hutchence, "Tiger" para abreviar. Lamentablemente, en noviembre de 1997, Hutchence fue encontrado ahorcado en Sidney, en la habitación de un hotel, colgado de una puerta con un cinturón alrededor del cuello. El médico forense determinó que fue un suicidio pero Paula, totalmente destrozada, se obsesionó con borrar la palabra "suicidio" del informe del forense, ya que estaba totalmente convencida de que Hutchence falleció al practicar un tipo de masturbación que incluía un corte del suministro de oxígeno al cerebro para conseguir el orgasmo y de que su muerte había sido accidental. Accidente o suicidio, el caso es que la muerte del líder de los INXS dejó a Paula Yates sumida en una profunda depresión. Como otras muchas veces a lo largo de su existencia, ingresó en una clínica privada en busca de ayuda. Pero la vida aún le tenía reservados más sinsabores. En 1998, un año después de la muerte de Hutchence, Paula Yates perdió la batalla legal que mantenía con su ex marido, Bob Geldof, por la custodia de sus tres hijas. Poco antes había descubierto también que su verdadero padre era Hughie Green, el creador y presentador de un programa de televisión llamado Oportunity Knocks (La oportunidad llama a tu puerta).
Hasta ese momento Paula Yates había vivido convencida de que su padre era Jess Yates, presentador del espacio dominical Stars (Estrellas), el hombre que la había criado y a quien llamaba papá. Paula también tuvo que lidiar con la familia de Hutchence, quien casualmente había dejado todo su dinero a su hija, ya que iniciaron un procedimiento judicial para intentar arrebatarle la custodia de Tiger. Por si no fuera bastante, Kingsley O'Keke, un ex heroinómano de 26 años, al que Yates había conocido en la clínica donde se trataba la depresión y con el que había mantenido una corta relación de seis semanas, vendió la historia de su romance a un periódico sensacionalista. Sobrepasada por los acontecimientos, Paula intentó suicidarse en 1998. Y, en una especie de homenaje mortal, trató de quitarse la vida de igual forma que Hutchence. Se salvó de milagro: un amigo la encontró medio inconsciente en el dormitorio de su casa de Londres, con un pañuelo con un nudo corredizo alrededor del cuello, y llamó a una ambulancia. Al no conseguir su propósito, Paula comenzó un nuevo tratamiento psiquiátrico, pero no pudo recuperarse y se hundió aún más en la heroína y en la bebida. El 17 de septiembre de 2000 uno de sus amigos llamó por teléfono a su casa, situada en St. Luke's Mews, en pleno barrio londinense de Notting Hill, para comprobar si se encontraba bien y fue Tiger quien respondió a la llamada diciendo que su madre no se despertaba. De esta manera fue como encontraron el cuerpo sin vida de Paula Yates, quien había fallecido aparentemente de una sobredosis accidental a la edad de 40 años. Bob Geldof organizó el funeral y solicitó la custodia temporal de Tiger, que entonces sólo tenía 4 años, argumentando que "la niña necesitaba estar con sus tres medias hermanas en este momento difícil". Desde entonces, a pesar de los intentos de la familia de Hutchence, la niña sigue viviendo con sus medias hermanas y con Bob Geldof. Los retos mortales de Paula Yates fueron incinerados y en la actualidad sus cenizas se encuentran en paradero desconocido.

El divorcio entre Paula y Bob, como cabía esperar, fue uno los más sonados en el mundo del espectáculo y llenó las primeras páginas de la prensa británica durante años. Geldof, quien seguía enamorado de Paula, utilizó todo su considerable poder e influencia para conservar la custodia de sus tres hijas. También decidió hacerle la vida imposible a su ex lanzando todo tipo de rumores sobre Hutchence, de esta forma pronto el líder de INXS adquirió fama de ser sexualmente un vicioso e insaciable. En julio de 1996, Paula Yates dio a luz a la hija de Michael, a la que llamaron Heavenly Hiraani Tiger Lily Hutchence, "Tiger" para abreviar. Lamentablemente, en noviembre de 1997, Hutchence fue encontrado ahorcado en Sidney, en la habitación de un hotel, colgado de una puerta con un cinturón alrededor del cuello. El médico forense determinó que fue un suicidio pero Paula, totalmente destrozada, se obsesionó con borrar la palabra "suicidio" del informe del forense, ya que estaba totalmente convencida de que Hutchence falleció al practicar un tipo de masturbación que incluía un corte del suministro de oxígeno al cerebro para conseguir el orgasmo y de que su muerte había sido accidental. Accidente o suicidio, el caso es que la muerte del líder de los INXS dejó a Paula Yates sumida en una profunda depresión. Como otras muchas veces a lo largo de su existencia, ingresó en una clínica privada en busca de ayuda. Pero la vida aún le tenía reservados más sinsabores. En 1998, un año después de la muerte de Hutchence, Paula Yates perdió la batalla legal que mantenía con su ex marido, Bob Geldof, por la custodia de sus tres hijas. Poco antes había descubierto también que su verdadero padre era Hughie Green, el creador y presentador de un programa de televisión llamado Oportunity Knocks (La oportunidad llama a tu puerta).
Hasta ese momento Paula Yates había vivido convencida de que su padre era Jess Yates, presentador del espacio dominical Stars (Estrellas), el hombre que la había criado y a quien llamaba papá. Paula también tuvo que lidiar con la familia de Hutchence, quien casualmente había dejado todo su dinero a su hija, ya que iniciaron un procedimiento judicial para intentar arrebatarle la custodia de Tiger. Por si no fuera bastante, Kingsley O'Keke, un ex heroinómano de 26 años, al que Yates había conocido en la clínica donde se trataba la depresión y con el que había mantenido una corta relación de seis semanas, vendió la historia de su romance a un periódico sensacionalista. Sobrepasada por los acontecimientos, Paula intentó suicidarse en 1998. Y, en una especie de homenaje mortal, trató de quitarse la vida de igual forma que Hutchence. Se salvó de milagro: un amigo la encontró medio inconsciente en el dormitorio de su casa de Londres, con un pañuelo con un nudo corredizo alrededor del cuello, y llamó a una ambulancia. Al no conseguir su propósito, Paula comenzó un nuevo tratamiento psiquiátrico, pero no pudo recuperarse y se hundió aún más en la heroína y en la bebida. El 17 de septiembre de 2000 uno de sus amigos llamó por teléfono a su casa, situada en St. Luke's Mews, en pleno barrio londinense de Notting Hill, para comprobar si se encontraba bien y fue Tiger quien respondió a la llamada diciendo que su madre no se despertaba. De esta manera fue como encontraron el cuerpo sin vida de Paula Yates, quien había fallecido aparentemente de una sobredosis accidental a la edad de 40 años. Bob Geldof organizó el funeral y solicitó la custodia temporal de Tiger, que entonces sólo tenía 4 años, argumentando que "la niña necesitaba estar con sus tres medias hermanas en este momento difícil". Desde entonces, a pesar de los intentos de la familia de Hutchence, la niña sigue viviendo con sus medias hermanas y con Bob Geldof. Los retos mortales de Paula Yates fueron incinerados y en la actualidad sus cenizas se encuentran en paradero desconocido.