
Jimi Hendrix pasó los últimos días de su vida con una de sus novias, Monika Dannemann, en cuya suite del hotel Samarkand de Londres murió. Monika creía que ella y Jiimi eran amantes predestinados. Jeanetta Jacobs, una amiga de Jiimi que se mantenía bastante en contacto con él, declaró: "Antes de que él muriera, Monika me confensó que estaba muy enamorada de Jimi, que él le había dado un anillo y que iban a casarse pronto. Monika me contaba, también, que Jimi se consideraba a veces una reeencarnación de Cristo, y que le mostraba las marcas de los estigmas en las manos y los pies. Predecía su propia muerte como inevitable y necesaria; es probable que, como dijo Eric Burdon: 'su última canción haya sido realmente una nota sobre su suicidio'". Después de su muerte, Monika tuvo una relación con el guitarrista Uli Jon Roth, del grupo Scorpions, con quien colaboró en varias canciones. Desgraciadamente, en 1995 Monika fue encontrada muerta en Londres, dentro de su coche, dos días después de perder una batalla legal en favor de otra de las amantes de Hendrix. La policía confirmó que el automóvil estaba lleno de humo. Su muerte se dictaminó como un suicidio, aunque Uli Jon Roth sugirió que pudo haber sido asesinada, ya que tras la muerte de Jimi Hendrix había recibido numerosas amenazas de muerte.