Antes de 1992 los médicos no podían detectar el virus de la hepatitis C en la sangre por lo que multitud de personas recibieron sangre infectada y Dusty Hill, bajista del grupo ZZ Top, fue uno de ellos. Todo sucedió en febrero de 1985, cuando Hill terminó en la mesa de operaciones de un hospital de Houston después de que una de sus pistolas se dispara accidentalmente. Una noche, cuando una de las conquistas del barbudo rockero le estaba ayudando a despojarse de una de sus botas de cowboy, una pequeña arma de fuego salió de ella y, al impactar contra el suelo, se disparó e hirió al músico en el abdomen. Tras tres horas en el quirófano, los médicos lograron salvar la vida al músico, pero durante la operación Dusty Hill necesitó una transfusión de sangre. Desgraciadamente la sangre estaba contaminada con el virus de la hepatitis C y no fue hasta el año 2000 cuando Hill descubrió que durante aquella operación le había contagiado un virus casi mortal. Ese mismo año ZZ Top tuvo que suspender la mayoría de los conciertos para que el bajista pudiera recibir el tratamiento adecuado para esta enfermedad. La hepatitis C es una enfermedad asintomática en la mayoría de los pacientes y mortal si no es tratada a tiempo ya que llega a desembocar en cirrosis y posteriormente en cáncer de hígado.