Cuando el cantante de New Jersey Joe Lynn Turner entró a formar parte del mítico grupo Rainbow en 1980, el genial Ritchie Blackmore le gastó una inocente novatada para darle la bienvenida y romper el hielo. Y así lo recordaba el propio Joe Lynn Turner: "Nunca olvidaré mi bautismo de fuego en Rainbow. Ocurrió en Copenhague. A eso de las tres de la mañana, yo estaba con una chica en mi habitación del hotel cuando llamó a la puerta el asistente personal de Ritchie, Ian, gritando que abriera inmediatamente. Cuando abrí, entraron él, Ritchie tocando la guitarra acústica y un par de chicas con pintas de putas. Bueno, vale, hagamos una fiesta, pensé. Pero de pronto Ian empezó a romper y a tirar todos los muebles y cosas que encontraba en la habitación por la ventana. Entonces llegó Charlie, otro de los roadies, y se puso a ayudarle. Las chicas estaban asustadísimas, no sabían que hacer. Yo me fui corriendo a buscar a mi asistente, y él me mandó a la mierda diciendo "no empiezo a trabajar hasta las 9 de la mañana". Me asusté mucho porque era mi habitación y me podían hacer pagar todo el desaguisado a mí, y mientras tanto Ritchie seguía tocando la guitarra como si nada, allí tan tranquilo, como si fuera la cosa más normal del mundo. Por la mañana, cuando bajé a la recepción del hotel y le dije al encargado lo que había ocurrido, me contestó muy tranquilo: "¡Bah!, no ha sido para tanto, tenía usted que haber visto la habitación de Bob Marley, ¡había excrementos humanos hasta en las paredes!". En ese momento me entregó un sobre y cuando lo abrí encontré una nota que decía: "Bienvenido a la banda. Todo esto ha sido pagado por Ritchie Blackmore". ¡El muy cabrón ya lo había pagado antes incluso de que sucediera!, todo había sido una gran broma. Es una faceta que poca gente conoce de Ritchie, la de bromista. Tiene un gran sentido del humor y le encantan las bromas pesadas y algo extremas, pero reconozco que sabe montar una fiesta".