Algunos artistas están tan asiosos por grabar un disco que, en ocasiones, no prestan demasiada atención a la imagen que va a ser la portada del álbum y terminan aceptando cualquier cosa con tal de cumplir su sueño. Algunas veces, el culpable de estas espantosas portadas es el escaso presupuesto. Otras, son el resultado de un mal consejo o de un pésimo diseñador. El caso es que una mala portada puede llegar a perjudicar una incipiente carrera musical, a influir considerablemente en el número de ventas e incluso a marcar a una persona de por vida. Desconocemos el motivo por el cual las siguiente carátulas llegaron a ver la luz del día, pero de lo que sí estamos seguros es de que más de uno se debió arrepentir del resultado final. Con todos ustedes, las portadas de discos más gays de la historia:













































