Desde 1967 una famosa leyenda urbana ha perseguido y atormentado a la cantante Marianne Faithfull. Este mito se inició después de que la policía hiciera una redada en Redlands, la famosa casa del guitarrista de los Rolling Stones, Keith Richards. Aquel día Marianne Faithfull abrió la puerta desnuda bajo una manta de piel, provocando que la imaginación popular desarrollara una fantasía sexual que voló como la pólvora. Según esta leyenda urbana, la policía había encontrado a Mick Jagger practicándole un cunnilingus mientras comía una barra de chocolate Mars que le había introducido en la vagina. Aunque la historia fue desmentida mil veces por los presentes, el daño ya estaba hecho: "Esa historia sigue sin gustarme, nunca me pareció graciosa y me volví loca tratando de averiguar quién había empezado el rumor", comentó Faithfull en su biografía, Faithfull: An Autobiography.