El 31 de mayo de 1961, Chuck Berry abrió su propio parque de atracciones en Wentzville, a las afueras de St. Louis, y allí instaló su residencia habitual. Construido sobre un terreo de 42 acres, el Berry Park era un complejo turístico que contaba con un hotel, un club nocturno, un estudio de grabación, un zoo, un campo de golf, una piscina con forma de guitarra, una noria y muchas otras atracciones. Durante muchos años Chuck Berry ofreció conciertos y fiestas en su Disneyland particular, pero todo esto acabó en 1990, después de que 59 mujeres lo demandaran afirmando que había instalado varias cámaras de vídeo ocultas en otro restaurante de su propiedad, para recoger imágenes íntimas de las mujeres mientras hacían sus necesidades. Después de que la policía registrara el complejo y encontrara las grabaciones de las cámaras ocultas, drogas, armas y películas pornográficas caseras, en las que se veía al músico orinando en la boca de una mujer y comiendo excrementos, el parque de atracciones fue clausurado. En la actualidad, el parque ha desaparecido y el resto de instalaciones no están abiertas al público.