El 6 de diciembre de 1969 trescientas mil personas se reunieron en Altamont, California, para oír el concierto gratuito de los Rolling Stones, Jefferson Airplane y The Flying Burrito Brothers, entre otros. En aquella ocasión, los Rolling Stones encargaron la seguridad del evento a los Ángeles del Infierno, debido a que, con anterioridad, ya habían prestado este mismo servicio en uno de sus conciertos ofrecido al aire libre en el Hyde Park, de Londres. Pero hubo un pequeño detalle que los Stones no tuvieron en cuenta. Los Ángeles del Infierno londinenses que ellos conocían eran inofensivos, a diferencia de los norteamericanos que eran famosos por su naturaleza violenta y el uso excesivo de las drogas. A lo largo del concierto, los Ángeles del Infierno se dedicaron a lanzar latas llenas de cervezas al público y a golpear a los fans con palos de billar. Meredith Hunter, un joven de color de 18 años de edad, fue apuñalado por uno de ellos hasta la muerte, cuando parecía apuntar con una pistola al escenario, ante la mirada impotente de Mick Jagger. A pesar de lo sucedido, los Rolling Stones tuvieron que seguir tocando para evitar que el público se violentara aún más. El saldo final fue de cuatro personas muertas y centenares de heridos. Todo esto quedó plasmado en el film "Gime Shelter" de Charlotte Zwerin, David y Albert Maysles. El hecho representó el fin simbólico de la época de las flores, el amor y la paz. La formación británica ha evitado desde entonces los actos benéficos de grandes dimensiones, optando por obras filantrópicas privadas. Sólo se han saltado esta costumbre en escasas ocasiones, una en Los Ángeles, en 1973, para recaudar fondos para las víctimas de un terremoto en Nicaragua, y también con dos conciertos para los invidentes en Toronto, aunque estos últimos fueron por orden judicial después de que Keith Richards, guitarrista del grupo, fuera detenido en Canadá por posesión de drogas.