El 30 de diciembre de 1999, George Harrison fue atacado en su residencia de Henley on Thames, en Oxfordshire, por Michael Abram, un hombre de 33 años con problemas mentales que logró burlar las estrictas medidas de seguridad de la finca. El músico resultó herido en el pecho durante el forcejeo con el intruso, en el que participó también su esposa, Olivia, quien sufrió algunas contusiones en la cabeza. Eran alrededor de las 3.30 horas cuando los Harrison, que al parecer se hallaban solos en su domicilio, descubrieron la presencia de un desconocido e intentaron reducirlo mientras llegaba la policía, cuya comisaría más próxima se encuentra a menos de 500 metros de la casa. El intruso no salió del todo ileso de la pelea y tuvo que ser conducido al John Radcliffe Hospital, de Oxford, donde se le curaron varias heridas leves. Los Harrison ya se habían llevado otro susto en 1992, cuando un norteamericano fan de los Beatles y conocido por el FBI fue detenido cuando merodeaba cerca de la mansión con la supuesta intención de incendiar el edificio.