En el año 2006, una mujer de 28 años de edad acosó a Chester Bennington, cantante de Linkin Park, usando ordenadores del gobierno estadounidense para obtener su información personal y poder acercarse a él. La mujer, llamada Devon Townsend y que en aquellos días trabajaba en unos laboratorios del gobierno dedicados al desarrollo de componentes para armas nucleares, accedió al teléfono del cantante, a su cuenta de correo electrónico e interceptó mensajes y fotografías. También llamó a la esposa de Bennington para amenazarla y leyó mensajes enviados desde la compañía discográfica de Linkin Park y su abogado. Cuando un compañero de trabajo descubrió a qué se dedicaba en su tiempo libre, la denunció ante las autoridades. Finalmente fue condenada a dos años de prisión. Durante el juicio, la mujer admitió: "Al menos en una ocasión, sabiendo que Chester Bennington estaba en Arizona, viajé hasta allí solamente para ver si podía llegar a verlo y revisé sus mensajes para tratar de localizar dónde podría estar cenando".