Madonna sintió en sus propias carnes el trato que reciben muchos admiradores cuando, tras un concierto del grupo Bloc Party, se acercó a los camerinos para saludar a los integrantes de la banda y fue expulsada de malos modos por un guardaespaldas que no la reconoció, el cual incluso le hizo una llave de lucha libre. Según Kele Okereke, vocalista de este grupo y testigo del suceso, Madonna "está muy fuerte por todo ese Pilates que hace, así que supo zafarse de la llave que le hizo el guardia de seguridad muy fácilmente". Okereke dijo que lo que sucedió fue algo muy surrealista y que todo el mundo se quedó callado al ver al vigilante placar literalmente a Madonna, inmovilizarla por el cuello y sacarla de allí. "Todo lo que podíamos oír era a Madonna maldiciendo y gritando que iba a matar a aquellos tipos".
Fuente: Chicago Tribune