En la década de los sesenta los Beatles llegaron a cosechar uno de los mayores éxitos músico-social jamás visto hasta entonces, lo que llevó a la reina Isabel II de Inglaterra a concederles la Medalla de la Orden del Imperio Británico por su contribución económica al país. El 26 de octubre de 1965 los Beatles recogieron sus medallas en el Palacio de Buckingham, no sin antes haber meditado muy seriamente la posibilidad de negarse a recogerlas ya que era algo que no deseaban y que les parecía una tontería. Cuatro años más tarde, Lennon devolvió su medalla para protestar contra la Guerra de Vietnam. Cuando le preguntaron sobre lo que opinaría la Reina al respecto, respondió: "La Reina tiene cosas más importantes de qué preocuparse, no creo haberle estropeado su desayuno". Por otra parte cuando le preguntaron a George Harrison acerca de qué significaba para él haber sido nombrado caballero del Imperio Británico, éste contestó: "Nos han dado una simple medallita, pero nosotros les hemos entregado nuestros sistemas nerviosos, que son bastante más caros".