Tim Buckley fue el creador de algunas de las canciones más hermosas de la historia, como la famosa "Song To The Siren", y el padre de Jeff Buckley, el cual también falleció prematuramente en extrañas circunstancias. Tim luchó toda su vida contra sus adicciones, pero el 29 de junio de 1975, para celebrar el final del tour, esnifó una pequeña cantidad de droga que, mezclada con el alcohol que había consumido durante todo el día, fue letal. Su tolerancia a la droga se había reducido después de pasar algún tiempo sin consumir. Sus amigos lo llevaron a su casa creyendo que estaba simplemente borracho y lo pusieron en la cama. Solo cuando vieron el color azulado que comenzaba a adquirir su cuerpo se dieron cuenta de que algo iba mal. Los intentos para revivirlo no tuvieron éxito. Sólo tenía 28 años de edad. Según informaron sus amigos, las últimas palabras de Tim fueron: "Bye, bye, bye". Sus restos mortales fueron incinerados y en la actualidad se desconoce dónde fueron esparcidas sus cenizas.