En una ocasión, Tommy Lee y Nikki Sixx apostaron a ver quién de los dos aguantaba más tiempo sin lavarse. Durante dos meses, aún apestando y totalmente sucios, siguieron manteniendo sexo con sus groupies. La absurda apuesta terminó cuando una de las groupies enfermó mientras le hacía una felación a Nikki Sixx. Al suceso le llamaron el Spaghetti Incident, porque fue precisamente eso lo que vomitó la joven sobre el asqueroso y poco higiénico miembro del rockero, spaghettis. En otra ocasión Nikki Sixx convenció a una chica para introducirle un teléfono en la vagina. Después, Sixx comenzó a llamar a gente, incluyendo la madre de la groupie, hablando a través de la vagina de la chica. Estas anécdotas y muchas otras se pueden leer en el libro Rock Star Babylon, escrito por John Holmes, el cual cuenta algunas de las mayores estupideces que han llegado a hacer las estrellas del rock.