En la tarde del 18 de diciembre del año 2000, la cantante Kirsty MacColl, de 41 años, buceaba con sus dos hijos adolescentes, Louis y Jamie, en Cozumel, México, en una zona prohibida para barcos grandes, cuando el yate de un prominente ejecutivo mexicano entró en la zona. Kirsty lo vio venir antes que sus hijos y rápidamente se dio cuenta que uno de ellos, Jamie, estaba en su ruta. Fue capaz de empujarlo fuera de su camino, pero al hacerlo fue alcanzada por las hélices del yate y falleció al instante. El accidente nunca fue aclarado y a su responsable, el millonario Guillermo González Novoa, nunca se le imputaron cargos. Los restos mortales de Kirsty MacColl fueron repatriados al Reino Unido y el posterior funeral tuvo lugar en crematorio Mortlake Crematorium en Londres.