Phil Lynott, cantante y bajista de la banda irlandesa Thin Lizzy, no supo controlar la fama que consiguió con su grupo y se hundió en el papel de estrella del rock y en todo tipo de excesos, lo que provocó que la mayoría de sus compañeros abandonaran el grupo. En 1983, la situación comercial de Thin Lizzy repentinamente se tornó precaria, estaban al borde de la bancarrota y los excesos les estaban pasando factura. En ese mismo año Thin Lizzy rompió como agrupación. Lynott creó entonces el grupo Grand Slam, pero encontar un un sello discográfico no fue tarea fácil, de hecho no consiguieron nunca un contrato. Se dice que los ejecutivos no querían entre sus filas a un conocido drogadicto. Lynott había sucumbido al vicio y pasaba por un momento personal muy difícil: su esposa lo había abandonado, Thin Lizzy ya no existía y musicalmente se encontraba a la deriva. Lynott aún continuó trabajando en el medio musical haciendo varios proyectos, pero el 25 de diciembre de 1985 fue encontrado inconsciente en su casa y fue llevado al hospital, falleciendo el 4 de enero de 1986, a los 36 años, debido a un paro cardiaco y a una neumonía provocados por una sobredosis de heroína. Phil Lynott vivió su vida muy rápido, alcanzó la fama muy rápido y se fue igual de rápido. Sus restos mortales se encuentran enterrados en el cementerio Saint Fintan's Cemetery, Dublín, Irlanda.