Brenda Ann Spencer pasará a la historia por protagonizar uno de los primeros intentos de matanza en un colegio de los Estados Unidos. En la Navidad de 1978, su padre le regaló un rifle porque a Brenda le gustaban las armas y las historias de violencia. Continuamente fantaseaba acerca de incidentes violentos, hasta que un día, el lunes 29 de enero de 1979, mientras estaba en su casa, tomó el rifle, se apostó en la ventana y comenzó a disparar al azar hacia la Escuela Elemental de Cleveland en San Diego, que se ubicaba justo enfrente de su domicilio. A sus dieciséis años, Brenda Ann tenía buena puntería. Hirió a ocho niños y a un oficial de policía, y asesinó al director de la escuela, Burton Wragg, y al guarda Mike Suchar, quienes intentaron proteger a los niños. El incidente finalizó seis horas después. Tras su captura le preguntaron a Brenda el porqué de su acción. Ella simplemente se encogió de hombros y respondió "No me gustan los lunes. Sólo lo hice para animarme el día", añadiendo a continuación, "No tengo ninguna razón más, sólo fue por divertirme. Vi a los niños como patos que andaban por una charca y un rebaño de vacas rodeándolos, blancos fáciles". Brenda Ann Spencer fue declarada culpable de dos asesinatos y asalto con arma mortal, y condenada a cumplir 25 años de prisión en una institución para mujeres en Corona, California. El crimen de Brenda y su falta de remordimiento inspiró a Bob Geldof que compuso el tema "I Don't Like Mondays" ("No me gustan los lunes"), para su grupo The Bootwon Rats, donde se comentaban los hechos ocurridos en tan fatídica fecha. La canción fue un éxito absoluto ese mismo año en el Reino Unido y en toda Europa, aunque no en los Estados Unidos, aún consternados por el suceso. En ese país, las radios se negaron a promocionarla. Años más tarde, varios músicos la interpretaron de nuevo, entre ellos Tori Amos, G4 y Bon Jovi.