En el año 2007, Metallica visitó Bilbao, España, para ofrecer uno de sus multitudinarios conciertos y de paso visitar el famoso museo Guggenheim. Durante la visita al museo, un fan que los reconoció, tocó a James Hetfield con la intención de que se girara para hacerse una foto con él, lo que no gustó en absoluto al cantante de Metallica. Su reacción fue desmedida: se giró, le espetó un "Don't touch me!!!" y le dio un empujón tan fuerte que el joven a punto estuvo de dar con los huesos en el suelo. Después de aquello, James siguió su camino a paso rápido y nadie más se atrevió a acercarse. Dicen que más tarde se arrepintió y quiso pedir perdón al joven, pero ya era demasiado tarde. El muchacho ya se había ido sin su preciado trofeo pero con una suculenta anécdota para contar a los nietos.
Fuente: The Metal Circus