El siempre impredecible Pete Doherty fue protagonista en el año 2006 de un nuevo escándalo cuando se encontraba en Berlín siendo entrevistado por la cadena MTV, tras actuar en esa ciudad. De repente, riéndose, apuntó al objetivo de la cámara con una jeringuilla que llevaba escondida debajo de una toalla y disparó su sangre contra el costoso equipo, para después abandonar la sala. Un integrante del equipo periodístico limpió la sangre y luego Doherty, tal vez arrepentido por su acción, volvió y tocó una canción ante la misma cámara que antes había manchado.