El 8 de agosto de 1993 la futura suegra de Yngwie Malmsteen llamó a la policía de Miami diciendo que el virtuoso guitarrista había secuestrado a su hija, Amberdawn Landin, y que la mantenía retenida amenazándola con una escopeta en otra habitación de la casa. De inmediato la policía, acompañada de un equipo de televisión, se personó en el lugar. Los SWAT, unidades especializadas en intervenciones peligrosas, rodearon la casa, y tras cuatro horas de asedio, Malmsteen se rindió a la policía en albornoz ante las cámaras de televisión. Yngwie, esposado y claramente irritado, fue llevado a las dependencias policiales y tras declarar que todo había sido una treta por parte de su suegra para evitar que se casara con su hija, fue puesto en libertad. Los cargos fueron retirados un mes después y la pareja terminó casándose. El vídeo del arresto de Yngwie Malmsteen dio la vuelta al mundo a través de Internet y parece ser que esto enfureció al guitarrista, quien tras declarar que aquello tan sólo fue un "falso arresto" por activa y por pasiva en todos los medios de comunicación, dio orden expresa a su mánager para hacer desaparecer la molesta grabación. Pero a pesar de que Yngwie Malmsteen hizo todo lo posible para evitar que su nombre fuera asociado a la violencia de género, unas jugosas declaraciones hechas por la que hoy es su ex mujer y protagonista de aquella historia, Amberdawn Landin, vieron la luz en mayo de 2007 y volvieron a poner al guitarrista en tela de juicio. En ellas, Amber declaraba que Yngwie Malmsteen comenzó a golpearla tan sólo 6 semanas después de irse a vivir con él y que la violencia fue aumentando a medida que pasó el tiempo.
