El apuesto y rubio Jerry Lee Lewis siempre tuvo una vida sentimental muy ajetreada. En 1952, Jerry Lee contrajo matrimonio con la hija de un predicador llamada Dorothy Barton, pero a las pocas semanas la abandonó para poder ir libremente a los clubs donde ya tocaba como profesional. Poco tiempo después, en 1953, conoció a Jane Mitcham, con la cual se casó, pero sin divorciarse de Dorothy, cuando fue llevado a punta de escopeta ante el juez por los hermanos de la embarazada joven. Obtuvo el divorcio de Dororthy poco después de nacer su primer hijo, Jerry Lee Jr. Dos años después, también se separó de Jane cuando esta tuvo un niño de piel morena y pelo azabache, llamado Roonie Guy, que Lewis nunca reconoció como hijo suyo. Estos eventos serían todo un escándalo, pero nada comparable con lo que sucedió en mayo de 1958 durante la gira del rubio cantante por Inglaterra. Tan pronto como aterrizó en el aeropuerto de Londres, un periodista del Daily Mail, llamado Paul Tanfield, notó la presencia de una muchacha muy joven entre el grupo de personas que acompañaba al músico y preguntó quién era. "Soy Myra, la esposa de Jerry", contestó la joven. Entonces Tanfield sorprendido le preguntó a Jerry Lee: "Y, ¿qué edad tiene Myra?". "Quince", respondió el cantante, pensando que esa edad sería más aceptada como adecuada por la vieja Europa, que los 13 años que realmente tenía la joven. Pero no lo era. Los titulares del día siguiente no fueron nada buenos para la estrella del rock, y la cosa empeoró cuando se descubrió toda la verdad: Jerry Lee Lewis, de 22 años, se había casado con la hija de su primo, J.W. Brown, de sólo 13 años de edad sin haberse divorciado de su segunda esposa. De esta forma Jerry Lee pasó de ser el ídolo de millones de jóvenes a un bígamo incestuoso corruptor de menores. Después de sólo tres conciertos con muy poca audiencia y con muchos silbidos e insultos de "asalta-cunas", la gira fue cancelada. Fuera del escenario las cosas estaban mucho peor. La policía se presentó en el Hotel Westbury, dónde la pareja se hospedaba, para interrogar al cantante y a la joven, y comprobar si habían violado alguna de las leyes británicas.
Desesperadamente, Lewis trató de explicar que las niñas con 13 años solían casarse en Mississippi, que el matrimonio entre primos era una práctica común en la zona rural del Sur de los Estados Unidos y que no era un bígamo, porque en el momento en que se casó con su segunda esposa todavía estaba casado con la primera, por lo tanto el segundo matrimonio había sido nulo de pleno derecho y como ahora estaba divorciado de su primera esposa, todo estaba en regla. El escándalo siguió a Lewis hasta Estados Unidos y acabó prácticamente con su fulgurante carrera: las ventas de sus discos cayeron en picado y pasó de ganar 100.000 dólares por noche a solo 100 dólares. Su popularidad se recuperó un poco en Europa, especialmente en Gran Bretaña y Alemania, hacia mediados de los años 60, pero el éxito le eludió en Estados Unidos y su vida personal se llenó de tragedia. El 22 de abril de 1962, su segundo hijo, Steve Allen Lewis, murió ahogado en una piscina a la edad de 3 años mientras estaba bajo el cuidado de su abuelo Elmo Lewis; en 1970 se divorció de Myra después de 12 años de matrimonio; en 1973 murió su primer hijo, Jerry Lewis Jr., con 19 años, en un accidente de circulación; su cuarta mujer, Jaren Gunn Pate, se ahogó en otra piscina; y poco más de un año después, su quinta mujer Shawn Stephens fue encontrada muerta en su casa de una sobredosis de metadona. El escándalo de Jerry Lee Lewis resultó tener efectos duraderos en muy diferentes formas. Cuando el poderoso Elvis Presley se enamoró un año después de Priscilla Beaulieu, de sólo 14 años, sus más allegados adoptaron numerosas medidas para asegurarse de que ni una sola palabra se filtrara a la prensa. Por otro lado, los más avispados pronto se dieron cuenta de que a pesar de que el asunto había arruinado la carrera de Jerry Lee Lewis, también lo había hecho mundialmente famoso, y llegaron a la conclusión de que algunos escándalos cuidadosamente administrados, aparte de ser un método publicitario gratuito y extraordinario, podían hacer maravillas en las carreras de las estrellas del rock. Desde entonces, muchos han construido su leyenda y su fama como "chicos malos del rock" a base de pequeños escándalos y sus consiguientes titulares en la prensa más sensacionalista.
Desesperadamente, Lewis trató de explicar que las niñas con 13 años solían casarse en Mississippi, que el matrimonio entre primos era una práctica común en la zona rural del Sur de los Estados Unidos y que no era un bígamo, porque en el momento en que se casó con su segunda esposa todavía estaba casado con la primera, por lo tanto el segundo matrimonio había sido nulo de pleno derecho y como ahora estaba divorciado de su primera esposa, todo estaba en regla. El escándalo siguió a Lewis hasta Estados Unidos y acabó prácticamente con su fulgurante carrera: las ventas de sus discos cayeron en picado y pasó de ganar 100.000 dólares por noche a solo 100 dólares. Su popularidad se recuperó un poco en Europa, especialmente en Gran Bretaña y Alemania, hacia mediados de los años 60, pero el éxito le eludió en Estados Unidos y su vida personal se llenó de tragedia. El 22 de abril de 1962, su segundo hijo, Steve Allen Lewis, murió ahogado en una piscina a la edad de 3 años mientras estaba bajo el cuidado de su abuelo Elmo Lewis; en 1970 se divorció de Myra después de 12 años de matrimonio; en 1973 murió su primer hijo, Jerry Lewis Jr., con 19 años, en un accidente de circulación; su cuarta mujer, Jaren Gunn Pate, se ahogó en otra piscina; y poco más de un año después, su quinta mujer Shawn Stephens fue encontrada muerta en su casa de una sobredosis de metadona. El escándalo de Jerry Lee Lewis resultó tener efectos duraderos en muy diferentes formas. Cuando el poderoso Elvis Presley se enamoró un año después de Priscilla Beaulieu, de sólo 14 años, sus más allegados adoptaron numerosas medidas para asegurarse de que ni una sola palabra se filtrara a la prensa. Por otro lado, los más avispados pronto se dieron cuenta de que a pesar de que el asunto había arruinado la carrera de Jerry Lee Lewis, también lo había hecho mundialmente famoso, y llegaron a la conclusión de que algunos escándalos cuidadosamente administrados, aparte de ser un método publicitario gratuito y extraordinario, podían hacer maravillas en las carreras de las estrellas del rock. Desde entonces, muchos han construido su leyenda y su fama como "chicos malos del rock" a base de pequeños escándalos y sus consiguientes titulares en la prensa más sensacionalista.