En el año 2006, durante una exposición de osos de peluche famosos que se estaba celebrando en Somerset, Inglaterra, el perro guardián de uno de los guardias de seguridad se volvió loco por razones desconocidas, e ignorando afortunadamente a los muchos niños que visitaban la exposición, la tomó con los peluches de la muestra. El primero de los juguetes que Barney, el enloquecido perro Doberman, destruyó por completo, fue Mabel, un ejemplar de oso de peluche fabricado en 1909 y que fue el osito favorito de la infancia del Rey del Rock, Elvis Presley, además de la pieza más valiosa de la exposición. El osito de peluche había sido comprado en una subasta por un aristócrata llamado Sir Benjamin Slade, por unos 75.000 dólares, quien lo había cedido a la exposición y quien declaró estar "condenadamente enfadado". Daniel Medley, director de la exposición, explicó que "hicieron falta unos 20 minutos para tranquilizar al perro". Irónicamente, la razón de que el animal fuera parte del cuerpo de seguridad fueron las exigencias de la compañía aseguradora, que consideró que los ositos eran tan valiosos que debían estar debidamente protegidos, incluso por perros guardianes. En el "rapto de furia", el Doberman destruyó también otros osos cuyos trozos de patas y cabezas quedaron diseminados por el suelo, causando unas pérdidas de casi 115.000 dólares. Tras el desafortunado incidente, el director de la exposición declaró que el perro "será enviado una granja donde pueda perseguir gallinas. Le hemos dicho a la compañía de seguridad que no queremos que le pase nada malo a Barney, pero no queremos que regrese".
Fuente: BBC News