Una noche de 1982, en mitad de un concierto en Des Moines, Iowa, Estados Unidos, un murciélago que volaba por allí cayó desmayado sobre el escenario. En aquel momento Ozzy pensó que alguien del público le había tirado un murciélago de goma, así que convencido de que el bicho era de plástico, y sin pensarlo dos veces, decidió cogerlo y arrancarle la cabeza de un mordisco. Tras el concierto, Ozzy tuvo que ser trasladado a un hospital para recibir una serie de vacunas antirrábicas, experiencia que según él mismo declararía: "Ha sido la más horrible y dolorosa experiencia de toda mi vida. Desde entonces personas de todo el mundo me dicen continuamente: ¿Tú eres la persona que mata criaturas? ¿Todavía lo haces? ¿Lo haces todas las noches? ¡Solamente pasó una vez, por el amor de Dios!". Sin embargo, esta no fue la única ocasión en la que el mítico cantante la toma con un animal. Durante una fiesta de la Epic Records, compañía que acababa de ficharle, Ozzy decidió repetir la jugada. Se presentó en la fiesta completamente borracho con dos palomas en el bolsillo, probablemente para liberarlas en un momento dado de la fiesta y sorprender al personal. Y sí que consiguió sorprenderlos. Liberó a una de las palomas que voló libremente por la habitación, y a la otra delante de todos la decapitó de un mordisco. Si bien el incidente del murciélago seguirá atormentando a Ozzy el resto de sus días, en la actualidad se sabe que lo que hizo con la paloma tan sólo fue un ardid publicitario gestado por él mismo y su mujer Sharon, ya que los directivos de la discográfica en aquel momento estaban más interesados en su otro nuevo fichaje, el grupo Adam and The Ants, que en el cantante.