El 10 de mayo de 1957, una joven hippie drogadicta llamada Anne Beverley dio a luz en Londres a un hermoso niño, fruto de una relación que mantuvo con un guardia del Palacio de Buckingham, al que puso de nombre John Simon Ritchie, y que años más tarde sería mundialmente conocido como Sid Vicious. 21 años después, en 1979, Anne Beverly le suministraría a su propio hijo la droga que acabaría con su vida. Así lo recordaba Malcolm McLaren, manager de los Sex Pistols: "Una vez que saqué a Sid de la cárcel, tras la muerte de Nancy, me di cuenta de que tenía un gran problema: Anne Beverley. La madre de Sid no sólo era drogadicta sino que también durante algún tiempo fue traficante de drogas, y ahora estaba negociando con varios tabloides sensacionalistas para sacar dinero con todo lo que había sucedido. Ambos compartían la misma habitación de hotel y Anne siguió alimentando aquellos malos hábitos, lo que hizo que Sid terminara siendo totalmente dependiente de ella. Una noche me llamaron del hotel para que fuera inmediatamente: Sid estaba en un estado lamentable acurrucado en un rincón sangrando. Había roto una bombilla del cuarto del baño y con los cristales se había cortado las venas. Cuando la ambulancia y la policía llegó, Vicious intentó saltar por la ventana del piso 15, así que le pusieron una camisa de fuerza y fue llevado al hospital de Bellevue.
En ese momento supe que tendría que hacerme cargo de él y me puse a buscar un buen abogado que lo defendiera de la acusación de asesinar a Nancy. Después de entrevistar a todos los pesos pesados en Manhattan, contraté F. Lee Bailey, puse el dinero sobre la mesa y me fui al Reino Unido donde yo tenía mis propios problemas judiciales. Sid salió en libertad de nuevo el 1 de febrero de 1979 y para celebrarlo, a pesar de llevar casi dos meses limpio de drogas, Anne pensó que un poco de heroína no le sentaría mal a su hijo. Minutos después Sid sufrió un colapso. Anne y sus amigos intentaron reanimarlo, y cinco minutos después volvió en sí. El juicio daría comienzo la mañana siguiente, así que acordaron retirarse a descansar. En algún momento de la noche Vicious se despertó, cogió el resto de la heroína que tenía su madre y se la inyectó. Luego se arrastró hasta la cama, donde, al cabo de un rato y tras quedarse dormido, murió. A la mañana siguiente Anne me llamó por teléfono, no sabía qué hacer. Sid llevaba muerto 6 horas, las mismas horas que pasó mirándolo fijamente sin saber qué hacer. Estaba aterrorizada porque si llamaba una ambulancia, la policía acudiría también y la arrestarían". Sin embargo, sería la propia Beverley quien, poco antes de morir, confesaría que en realidad fue ella la que le administró la sobredosis letal para evitar que fuera a la cárcel. Tras la muerte de Sid, ella recibió un cuarto de millón de libras en concepto de royalties y derechos de las futuras ganancias del nombre de su hijo muerto. Abandonó Londres y se mudó a Swadlincote, un pequeño pueblo situado en el condado de Derbyshire, Reino Unido. Se llevó con ella todo lo que le importaba: sus perros y gatos, los discos de oro y de platino de los Sex Pistols, fotografías, carteles y diversos objetos del grupo. Y allí vivió sola, con la única compañía del alcohol y las drogas, hasta que, atormentada por todos los sucesos de su vida, decidió suicidarse para reunirse de nuevo con su hijo el 16 de septiembre de 1996.