Este precioso Rolls-Royce Phantom V de 3 toneladas de peso fue fabricado por la Rolls-Royce Motor Cars Limited, en Crewe, Cheshire, Inglaterra, y entregado a John Lennon el 3 de junio de 1965. El Beatle ordenó que le instalaran un radioteléfono, una televisión Sony, una nevera portátil, un estéreo y que el asiento trasero pudiera convertirse en una gran cama de matrimonio. En un principio la carrocería estaba pintada de color negro mate, pero dos años después John se cansó de verlo siempre de este color y decidió darle un nuevo y colorido aspecto a su querido Rolls-Royce. En abril de 1967 visitó personalmente las oficinas de la JP Fallon Limited, una empresa de carrocerías ubicada en Chertsey, Surrey, Inglaterra, para que pintaran su coche con motivos psicodélicos. El costo del trabajo realizado fue de £ 2.000, aproximadamente 4.200 dólares. Se dice que cuando una anciana vio el Rolls-Royce de John Lennon recién pintado con aquellos motivos psicodélicos paseando por el centro de Londres, entró en cólera y atacó al coche con su paraguas gritando: "¡Canalla, canalla! ¡Cómo te atreves a hacer esto a un Rolls-Royce!". En Inglaterra la gente siente auténtica pasión por los Rolls-Royce y están considerados como uno de los muchos símbolos de la dignidad británica.
John Lennon utilizó frecuentemente este Rolls-Royce durante el apogeo de los Beatles, entre 1966 y 1969. En 1970 cuando John y Yoko Ono se trasladaron a los Estados Unidos, el coche viajó con ellos. Y allí como no lo usaba se lo cedido a varias estrellas del rock como los Rolling Stones, los Moody Blues y Bob Dylan. Más tarde intentó venderlo a un comprador estadounidense, pero el acuerdo nunca se materializó, así que el Rolls-Royce terminó en un almacén de Nueva York. En diciembre de 1977 John Lennon y Yoko Ono donaron el coche al museo Cooper-Hewitt Museum de Nueva York, a cambio de un crédito fiscal de 225.000 dólares, donde fue expuesto durante un tiempo. El 29 de junio de 1985, el Cooper-Hewitt Museum decidió subastarlo, y fue adquirido por el canadiense Sr. Jim Pattison, presidente de la empresa Ripley's International Inc., con la intención de exponerlo en su museo, por un precio de 2.299.000 dólares. Más tarde, como un acto de amistad, Pattison ofreció el coche a la reina de Inglaterra como regalo. En la actualidad el Rolls-Royce se encuentra en el Museo Royal British Columbia en Victoria, Canadá, y sólo se exhibe ocasionalmente para recaudar fondos. Sin embargo este no fue el único Rolls-Royce que tuvo John Lennon, también tuvo otro Rolls Royce Phantom V, con la matrícula EUC 1000, de color blanco que se puede ver en el vídeo de la canción "The Ballad of John & Yoko".
John Lennon utilizó frecuentemente este Rolls-Royce durante el apogeo de los Beatles, entre 1966 y 1969. En 1970 cuando John y Yoko Ono se trasladaron a los Estados Unidos, el coche viajó con ellos. Y allí como no lo usaba se lo cedido a varias estrellas del rock como los Rolling Stones, los Moody Blues y Bob Dylan. Más tarde intentó venderlo a un comprador estadounidense, pero el acuerdo nunca se materializó, así que el Rolls-Royce terminó en un almacén de Nueva York. En diciembre de 1977 John Lennon y Yoko Ono donaron el coche al museo Cooper-Hewitt Museum de Nueva York, a cambio de un crédito fiscal de 225.000 dólares, donde fue expuesto durante un tiempo. El 29 de junio de 1985, el Cooper-Hewitt Museum decidió subastarlo, y fue adquirido por el canadiense Sr. Jim Pattison, presidente de la empresa Ripley's International Inc., con la intención de exponerlo en su museo, por un precio de 2.299.000 dólares. Más tarde, como un acto de amistad, Pattison ofreció el coche a la reina de Inglaterra como regalo. En la actualidad el Rolls-Royce se encuentra en el Museo Royal British Columbia en Victoria, Canadá, y sólo se exhibe ocasionalmente para recaudar fondos. Sin embargo este no fue el único Rolls-Royce que tuvo John Lennon, también tuvo otro Rolls Royce Phantom V, con la matrícula EUC 1000, de color blanco que se puede ver en el vídeo de la canción "The Ballad of John & Yoko".