Taylor Mitchell era una joven promesa de la música que con apenas 18 años ya había cosechado un gran éxito en su país, Canadá. Cultivaba un estilo musical muy personal que mezclaba rock, flok y country, y ya se la comparaba con las grandes estrellas. Desafortunadamente en octubre de 2009, Taylor Mitchell decidió tomarse un descanso entre concierto y concierto para realizar senderismo, una de sus aficiones favoritas, en el parque nacional de Cape Breton, y allí se encontró cara a cara con la muerte. En la tarde del 27 de octubre de 2009, Taylor salió a pasear sola por el bosque y fue atacada por dos coyotes. Al oír sus gritos, un grupo de excursionistas acudió en su auxilio, pero ya era demasiado tarde. La joven estaba gravemente herida y, aunque fue trasladada en helicóptero a un hospital, no se pudo hacer nada por salvarle la vida. Este hecho sorprendió enormemente tanto a la Policía Montada de Canadá como a los biólogos ya que los ataques de coyotes a personas son muy raros. Los coyotes son unos animales que muestran cierta timidez ante el ser humano y es totalmente inusual que se tornen violentos ante las personas. Por este motivo se barajó la posibilidad de que los coyotes de esa región canadiense podrían ser el resultado de un cruce con lobos, especie que sí es depredadora por naturaleza, o que simplemente tuvieran la rabia. Un periódico local publicó que tal vez la joven al ver los animales se asustó e intentó huir, y que por eso la atacaron. La mayoría de los cánidos (coyotes, zorros y lobos) atacan a las presas que intentan huir corriendo de ellos. Tal vez eso fue lo que sucedió. Desafortunadamente, no hubo testigos. Los guardias forestales del parque sólo pudieron dar caza a uno de los dos coyotes que acabaron con la vida Taylor Mitchell. Actualmente sólo hay registrados dos ataques mortales de coyotes a seres humanos en Norteamérica. El de Taylor Mitchell fue el segundo. El primero ocurrió en agosto de 1981, cuando Kelly Keen, una niña de tres años, fue atacada en la entrada de su casa en Glendale, California, Estados Unidos.
Fuente: 20minutos