El 6 de agosto 2009, Steven Tyler, cantante de Aerosmith, sufrió una aparatosa caída desde el escenario durante un concierto cerca de Sturgis, Dakota del Sur. El accidente sucedió cuando Steven quiso entretener a la multitud con uno de sus peculiares bailes mientras los técnicos arreglaban un fallo en el sistema de sonido. El cantante se acercó al borde del escenario con su micrófono e hizo un par de piruetas antes de perder el equilibrio y caer del escenario encima de varios fans. Al ver que no se levantaba y que la banda seguía tocando, el personal de seguridad corrió en su ayuda. Tras unos angustiosos minutos, por fin pudo ponerse en pie y entre una gran ovación del público fue llevado al backstage. Media hora más tarde el guitarrista Joe Perry salió al escenario e informó a la audiencia que su "hermano y camarada" iba a ser llevado al hospital y que no continuaría el concierto. Steven se había herido en la cabeza, en el cuello y se había roto un hombro. Debido a esta aparatosa caída, Aerosmith se vio obligado a cancelar el resto de la gira. Pocos días después, Steven Tyler fue visto con su brazo en cabestrillo comprando alcohol en una tienda de licores en Massachusetts, lo que llevó a varios periódicos sensacionalistas a sugerir que el cantante estaba borracho en el momento del accidente.