Alistair Kinnear dejó a Bon Scott, cantante de AC/DC, durmiendo en su coche el 19 de febrero de 1980, después de una noche de excesos durante el gélido invierno londinense, y al día siguiente lo encontró muerto. Desde aquella fatídica noche, la muerte de Bon Scott atormentó a Alistair Kinnear. Por desgracia, Alistair desapareció misteriosamente en el mar en el año 2006, pero un año antes, en el 2005, narró con todo tipo de detalles al diario The Guardian lo que había sucedido aquella noche en la que Bon Scott murió: "A finales de 1978 conocí a Silver Smith, quien en algún momento fue novia de Bon Scott, y ambos nos mudamos a un piso en Kensington. Bon se vino a vivir con nosotros durante dos semanas, y así fue como nos hicimos amigos. Poco tiempo después Silver regresó a Australia y yo me mudé a Overhill Road, en East Dulwich. La noche del 18 de febrero de 1980, Zena Kakoulli me invitó al concierto inaugural de la banda de su hermana en el club The Music Machine en Camden Town. Llamé por teléfono a Silver, quien ya había regresado de nuevo a Londres, para invitarla a ir conmigo al evento, pero ya tenía planes para esa noche. Sin embargo, me sugirió que tal vez Bon estaría interesado en ir. Le telefoneé, quedamos y lo recogí en su apartamento en Westminster. Fue una gran fiesta con barra libre. Ambos bebimos demasiado, aunque no lo vi tomar medicamentos esa noche. Después, me ofrecí a llevarlo de nuevo a casa.
Cuando nos estábamos acercando a su piso, me di cuenta de que Bon se había dormido. Lo dejé en mi coche y llamé al timbre de su puerta, pero su actual novia no respondió. Al no poder despertar a Bon, decidí llamar a Silver para pedirle consejo, y ella me dijo que no me preocupara, que Bon solía desmayarse con bastante frecuencia y que lo mejor era dejar que durmiera la mona. Entonces fuimos a mi apartamento en Overhill y traté de sacarlo del coche, pero era demasiado pesado y mi estado de intoxicación tampoco ayudaba. Así que finalmente, tras taparle con una manta, le dejé una nota con mi dirección y número de teléfono. Serían las 4 ó 5 de la mañana en ese momento y dormí hasta las 11, cuando mi compañera de piso, Leslie, me despertó. Como yo tenía una resaca horrible, le pedí a Leslie que fuera a verificar si Bon estaba bien. Leslie regresó para decirme que mi coche estaba vacío, así que me fui a dormir de nuevo suponiendo que Bon había regresado en taxi a su casa. A eso de las 7:30 de la noche fui a coger mi coche con la intención de visitar a mi novia que estaba en el hospital, y me sorprendí al encontrar a Bon todavía tendido en el asiento delantero. Me asusté muchísimo porque Bon no respiraba. Conduje inmediatamente al Kings College Hospital, donde Bon fue declarado muerto. El informe del forense citó intoxicación alcohólica aguda, y muerte accidental. Desde entonces se ha especulado que Bon se atragantó con su propio vómito, pero yo no puedo ni confirmar ni negar eso, no había vómito en el coche y su certificado de defunción no dice nada al respecto. Lamento mucho la muerte de Bon, lo habría llevado al hospital si hubiera sido la primera vez que le pasaba, pero en aquellos días de excesos era común y no parecía motivo de alarma real. Lo que me gustaría transmitir sobre esta experiencia lamentable es la idea de que todos debemos cuidar mejor de nuestros amigos, y que es mejor errar por el lado de la precaución, sobre todo si no se conocen todos los hechos".
Cuando nos estábamos acercando a su piso, me di cuenta de que Bon se había dormido. Lo dejé en mi coche y llamé al timbre de su puerta, pero su actual novia no respondió. Al no poder despertar a Bon, decidí llamar a Silver para pedirle consejo, y ella me dijo que no me preocupara, que Bon solía desmayarse con bastante frecuencia y que lo mejor era dejar que durmiera la mona. Entonces fuimos a mi apartamento en Overhill y traté de sacarlo del coche, pero era demasiado pesado y mi estado de intoxicación tampoco ayudaba. Así que finalmente, tras taparle con una manta, le dejé una nota con mi dirección y número de teléfono. Serían las 4 ó 5 de la mañana en ese momento y dormí hasta las 11, cuando mi compañera de piso, Leslie, me despertó. Como yo tenía una resaca horrible, le pedí a Leslie que fuera a verificar si Bon estaba bien. Leslie regresó para decirme que mi coche estaba vacío, así que me fui a dormir de nuevo suponiendo que Bon había regresado en taxi a su casa. A eso de las 7:30 de la noche fui a coger mi coche con la intención de visitar a mi novia que estaba en el hospital, y me sorprendí al encontrar a Bon todavía tendido en el asiento delantero. Me asusté muchísimo porque Bon no respiraba. Conduje inmediatamente al Kings College Hospital, donde Bon fue declarado muerto. El informe del forense citó intoxicación alcohólica aguda, y muerte accidental. Desde entonces se ha especulado que Bon se atragantó con su propio vómito, pero yo no puedo ni confirmar ni negar eso, no había vómito en el coche y su certificado de defunción no dice nada al respecto. Lamento mucho la muerte de Bon, lo habría llevado al hospital si hubiera sido la primera vez que le pasaba, pero en aquellos días de excesos era común y no parecía motivo de alarma real. Lo que me gustaría transmitir sobre esta experiencia lamentable es la idea de que todos debemos cuidar mejor de nuestros amigos, y que es mejor errar por el lado de la precaución, sobre todo si no se conocen todos los hechos".
Fuente: The Guardian