Sally Mann fue una de las groupies más famosas y respetadas de San Francisco en los años 60. Después de pasar por la cama de numerosos músicos, se casó con Spencer Dryden, de los Jefferson Airplane, pero su adicción a la heroína y al alcohol hizo que terminara en la cárcel, donde fue catalogada como una presa modelo. Tras cumplir condena, regresó a su pueblo, se casó con un músico local, dejó las drogas y consiguió una beca para estudiar derecho en la Universidad de Atlanta. En la actualidad, Sally es una elegante y exitosa abogada que ya no tiene nada que ver con el mundo del rock y que ejerce como letrada en Texas.
Inmortalizada: en la portada del
libro “Groupie: a Sex-rock Odyssey”, de Johnny Byrne y Jenny Fabian.