Cuando en mayo de 1999 a Chuck Schuldiner, cantante y guitarrista del grupo Death, le diagnosticaron un tumor cerebral, sus familiares hipotecaron todas sus pertenencias para pagar una parte del costoso tratamiento que le podía salvar la vida. Con la inestimable ayuda de la comunidad metalera, fans, amigos y grupos como Kid Rock, Korn, Red Hot Chili Peppers, Marilyn Manson, Disturbed, Pantera y Slipknot, lograron recaudar el resto del dinero y Schuldiner fue operado en el Hospital Tisch del Centro Médico de la Universidad de Nueva York. La operación, aparentemente, había sido un éxito. Sin embargo, un año después el cáncer regresaría con más fuerza devastando otra vez su cuerpo y a su familia, que para entonces ya tenía graves problemas económicos. Al no poder hacer frente a los gastos de una nueva cirugía, en el hospital no quisieron operarle y optaron por un tratamiento experimental de quimioterapia muy agresiva. Y Chuck Schuldiner simplemente se fue apagando poco a poco hasta que una enfermedad oportunista, una neumonía, invadió su débil cuerpo sin apenas defensas y desató la tragedia. Chuck Schuldiner murió el 13 de diciembre de 2001. Tenía sólo 34 años y un futuro muy prometedor por delante. Sus restos mortales fueron incinerados y sus cenizas, en la actualidad, se encuentran en posesión de su familia.