Mitch Lucker, cantante del grupo Suicide Silence, falleció la noche de Halloween de 2012 tras sufrir un accidente de tráfico en Huntinghton Beach, California. El cantante de 28 años perdió el control de la Harley Davidson que conducía y terminó chocando a gran velocidad contra una farola cuando se dirigía a una fiesta. Fue trasladado de inmediato a un hospital pero falleció pocas horas después como consecuencia de las heridas. Según su mujer, Jolie Carmadella, aquella noche había bebido y aunque le suplicó encarecidamente que no saliera de casa, no consiguió que se quedara con su familia: “Era alcohólico y ha sido una gran batalla. Intenté pararlo. Estaba enfrente de él rogándole que no saliese de casa. Rogándoselo. ‘De verdad, por nosotros, no salgas’. Y lo hizo. Y esto es lo que ocurrió... Era un hombre maravilloso. Era un padre maravilloso y un gran marido”. Tres horas antes del accidente, Mitch Lucker había publicado una foto en Twitter disfrazado de muerto y acompañada de la siguiente frase: “The dead are living...” (Los muertos viven...), como si de una premonición se tratara.