Mucha gente cree que el niño de la portada del álbum debut de U2, “Boy”, de 1980, es una fotografía Larry Mullen, el batería de la banda, pero nada más lejos de la realidad. El protagonista de esta emblemática portada fue un adorable niño de 6 años de edad llamado Peter Rowen, que por aquel entonces era vecino de Bono, quien a su vez era muy amigo de su hermano mayor Guggi. El pequeño Peter repetiría la experiencia encantado tres años más tarde, en 1983, posando de nuevo, en esta ocasión, para la portada del álbum “War”, el tercer disco de estudio de U2 y el que los lanzaría definitivamente al estrellato. Cuando Rowen creció, la banda le dio una copia de la primera fotografía con varios mensajes de los miembros del grupo escritos por la parte de atrás. “No crezcas nunca”, fueron las cariñosas palabras que le dedicó Bono. En la actualidad Peter Rowen es padre de una hermosa niña y trabaja como fotógrafo comercial, actividad profesional que desempeña principalmente en Dublín, Irlanda.
Fuente: New York Post