Durante un concierto de Paul McCartney en Goiânia, Brasil, en mayo de 2013, un enjambre de saltamontes invadió el escenario ante el asombro de todos los presentes y del propio McCartney, quien, tomando el incidente con buen humor, tuvo el máximo cuidado de no herir a ninguno de sus nuevos “fans” e incluso bautizó a uno de ellos con el nombre de Harold. El ex Beatle siente un gran respeto por los animales desde que se dio cuenta de que todas las vidas tienen el mismo valor. Así lo explicaba en un vídeo promocional de PETA, la famosa organización en defensa del tratamiento ético de los animales, en el año 2008: “Un día que estaba de pesca, mientras recogía a un pobre pez, me di cuenta: ‘Estoy a punto de matarlo, simplemente por el placer efímero que esto me aporta’. Fue como una iluminación para mí. Al ver a ese pez asfixiarse, entendí que su vida era tan importante para él, como la mía lo es para mí”.