El Hotel Andaz West Hollywood, situado en el 8401 de Sunset Boulevard, en California, fue el hotel de moda de las estrellas del rock a finales de los años 60 y principios de los 70, donde grupos como Led Zeppelin, Los Who o Los Rolling Stones dieron las fiestas más salvajes que se recuerdan. Con tan ilustres huéspedes no era de extrañar que todas las noches hubiera algún altercado o incidente, lo que le valió al hotel el sobrenombre de The Riot House (La Casa de los Disturbios). Fue precisamente aquí, en uno de sus balcones, donde, en 1975, Robert Plant, conmovido por el skyline de Sunset Boulevar, dijo la famosa frase: "¡Soy un dios dorado!", momento que fue inmortalizado por el fotógrafo Peter Simon. Y donde Richard Cole, mánager de Led Zeppelin, se paseó en una enorme motocicleta por los pasillos, escandalizando a huéspedes y empleados. A pesar de todo esto, a los Led Zeppelin nunca les prohibieron la entrada, ya que cada vez que entraban por la puerta, depositaban una fianza de 50.000 dólares. En la actualidad, el Hotel Andaz West Hollywood sigue alquilando sus lujosas habitaciones por 225 dólares, más impuestos, a todo aquel que quiera disfrutar de este lugar tan emblemático en la historia del rock.