El 20 de febrero de 2003, la tragedia sacudió al grupo Great White, cuando la pirotecnia utilizada durante un concierto en un pequeño club de Rhode Island provocó un fuego que arrasó el lugar en menos de un minuto y acabó con la vida de 100 personas, entre las que se encontraba Ty Longley, el guitarrista de la banda. 12 años más tarde, una tragedia similar ocurriría en un concierto de Goodbye To Gravity, en Bucarest, Rumanía. En esta ocasión, 31 personas murieron y cerca de 200 más resultaron heridas el 30 de octubre de 2015, en el club Colectiv, una vieja fábrica que contaba con una única puerta de salida. Al igual que en el concierto de Great White, el fuego se inició por culpa de los fuegos artificiales y se extendió rápidamente en sólo 30 segundos, desatando una estampida entre los asistentes y el trágico desenlace, en el que también perdieron la vida los dos guitarristas de la banda: Vlad Telea y Mihai Alexandru.