La vida de Scott Weiland, ex cantante de los Stone Temple Pilots y Velvet Revolver, estuvo marcada por una violación. Ocurrió en Ohio, cuando a los 12 años de edad un estudiante de secundaria lo invitó a su casa. Así lo recordaba el cantante en una entrevista: "Un chico musculoso, un estudiante de secundaria que iba en el autobús conmigo todos los días a la escuela, me invitó a su casa. El tío me violó. Fue rápido y desagradable. El miedo me impidió decírselo a nadie. 'No se lo digas a nadie. Si lo haces, nunca tendrás otro amigo en esta escuela. Arruinaré tu reputación', me advirtió. Suprimí este recuerdo hasta hace sólo unos pocos años, cuando, en rehabilitación, llegó de golpe". Algunos aseguran que esa traumática experiencia, guardada en el subconsciente bajo llave, hizo que cayera en las drogas de cabeza, ya de adulto: "El opio me llevó a donde yo siempre había soñado ir. No puedo nombrar el lugar, pero puedo decir que estaba tranquilo y sin miedo, un hombre libre que flota en un espacio sin demonios y dudas", declararía posteriormente. Las drogas, además de llevarlo a ese lugar innombrable, también lo llevarían a la cárcel, al hospital y a varias clínicas de desintoxicación en más de una ocasión. Por desgracia, el 3 de diciembre de 2015, su cuerpo sin vida sería encontrado en el autobús de su nueva banda, en Bloomington, Minnesota, tras haber declarado unos meses antes que llevaba 13 años limpio de drogas. La autopsia revelaría que murió por una sobredosis accidental de alcohol y drogas. Los restos mortales de Scott Weiland fueron incinerados; sus cenizas se encuentran en posesión de su familia.