En el año 2012, Steven Tyler hizo muy feliz a Cole Grace, un niño de 10 años de edad enfermo de un cáncer de cerebro muy agresivo, que sobrellevaba los duros tratamientos gracias a la música de Aerosmith. Un día el pequeño dijo a su madre que quería cantar la canción "Walk This Way" con Steven y ella removió cielo y tierra para poder hacer realidad el sueño de su hijo. Y lo consiguió, pero Steven no pudo desplazarse hasta el hospital en el que Cole estaba ingresado, así que al final charlaron y cantaron juntos por Spyke. Unos días más tarde, Steven Tyler le daría otra inesperada alegría, enviándole un saludo muy personal desde el programa de televisión American Idol.