A finales del 2011, un estadounidense de 32 años llamado Frank Tufaro voló hasta el Reino Unido con un caro anillo de zafiros, diamantes y oro blanco en un bolsillo, con la única intención de proponer matrimonio a Kate Bush. Una vez en el país, obsesionado y enamorado hasta las trancas de la cantante, quien, por cierto, nunca había oído hablar de él, entró ilegalmente en su mansión rompiendo una ventana simplemente porque nadie le abrió la puerta cuando llamó al timbre. Y al no encontrarla dentro, se fue sin rumbo y cabizbajo arrastrando su maleta por el mismo camino por el que había llegado y en el que fue arrestado por la policía, después de que los vecinos dieran la voz de alarma. Al día siguiente, él y su anillo fueron deportados a los Estados Unidos, no sin antes de haber declarado a la policía que amaba con locura a Kate Bush, que se sentía conectado a ella y que solo quería protegerla.