Ozzy Osbourne dejó de esnifar cocaína cuando su epiglotis, un cartílago que hay en la parte posterior de la garganta, se partió en dos. Así lo cuenta él mismo, en el libro “I’m Ozzy”:” A mediados de la década de 1970, estaba tomando tanta cocaína que se me rompió la epiglotis por la mitad. Se hinchó hasta alcanzar el tamaño de una pelota de golf y pensé ‘eso es todo, me voy a morir. Así que fui a ver a mi doctor y me dijo: ‘¡Santa madre de Cristo! Por el amor de Dios, ¿cómo se hizo eso? Señor Osbourne, su epiglotis es del tamaño de una bombilla de luz incandescente y casi tan brillante como ella. Cualquier cosa que sea lo que haya estado haciendo, deje de hacerla”.