Salir en la portada de un álbum de un grupo de rock famoso no siempre puede resultar beneficioso, sobre todo si eres un niño o un adolescente con el alma sensible. Este es el caso de David Fox, el chaval de la portada del primer disco de Placebo, quien sufrió buying en la escuela simplemente por aparecer en esa portada. El acoso al que se vio sometido terminó por generarle un trauma y por acabar con su brillante carrera escolar. Ya de adulto y para intentar superar el dolor emocional, decidió demandar al grupo por haberle arruinado la vida y porque nadie le pidió permiso, ni a él ni a su familia, para usar su imagen en la portada del disco. Así lo declaraba al portal de noticias Fox: “Esa imagen me arruinó la vida. Cuando estaba en la escuela era bien conocido y tenía un montón de compañeros. Solíamos jugar juntos al fútbol y yo era muy feliz. Pero cuando el disco salió, los amigos que tenía empezaron a meterse conmigo. Creo que estaban celosos. O que vieron a un niño haciendo una mueca tonta y no quisieron pasar el rato más con él porque lo veían extraño. Yo vivía en un pueblo muy pequeño, donde todos se conocían. Creo que podría haber salido adelante de haber vivido en una gran ciudad”.