Estando aún de duelo por la reciente muerte de su madre, Tommy Lee, batería de Mötley Crüe, comprobó en primera persona que los fans a veces pueden llegar a ser muy desconsiderados, cuando fue a recoger las cenizas de su difunta madre a la funeraria y una joven empleada lo reconoció. Emocionada y un tanto histérica por el fortuito encuentro, le cortó el paso gritando entusiasmada para que se fotografiara con ella, mientras el batería, desconsolado y con lágrimas en los ojos, portaba en las manos la urna con los restos de su progenitora.