En noviembre de 1965, el cantante George Jones fue acusado del asesinato de la presidenta de uno de sus clubs de fans. Jacqueline Young, de 25 años, había aparecido muerta en el interior de un coche en las afueras de La Porte, en Texas, después de que fuera vista por última vez con vida, bebiendo y tomando pastillas en compañía del cantante. Jones se enteró de lo sucedido mientras conducía hacía Houston, cuando por la radio, en el boletín de las noticias, dijeron: “¡Atención! Cantante de música country George Jones: si está escuchando esto, venga al Departamento de Policía de Houston inmediatamente”. Y él así lo hizo. Una vez allí, fue arrestado por ser el principal sospechoso del asesinato. Posteriormente, sería liberado sin cargos, tras tomarle declaración y hacerle la prueba del polígrafo, pero la opinión pública ya lo había condenado. Un año más tarde, por fin se descubriría al verdadero autor del asesinato: un hombre llamado Victor Eugene Miller, quien, tras confesar el crimen, sería condenado a cadena perpetua.