Según un estudio experimental realizado en el año 2015 por la University of Queensland, en Australia, sobre los efectos de la escucha de música extrema en el procesamiento de la ira, el heavy metal extremo caracterizado por sonidos caóticos, fuertes, pesados y potentes, ayuda a procesar las emociones negativas y a calmar la ira. Para llegar a esta conclusión un grupo de científicos indujo la ira a 39 jóvenes de entre 18 y 34 años, fans de este género musical, y después les hicieron oír durante 10 minutos su propia lista de reproducción de música extrema, lo que les provocó una disminución significativa de la hostilidad, irritabilidad y estrés. De esta manera el estudio zanjó la controversia sobre que la música extrema conduce a la ira y a expresiones de la ira como la agresión, la delincuencia, el consumo de drogas y los actos suicidas.
Fuente: The Guardian