En el año 2006, durante unas vacaciones en Fidji, Keith Richards se cayó de un árbol dándose un fuerte golpe en la cabeza que le provocó una fractura en el cráneo y un coágulo en el cerebro. Mientras estuvo internado en el hospital para someterse a una peligrosa operación, se desataron una serie de rumores que decían que el legendario guitarrista de los Stones se había caído de lo alto de una palmera llevando en el cuerpo varias copas de más y que aquello, probablemente, sería el fin de su carrera como músico. Sin embargo, y aunque algunos ya lo daban por muerto, el famoso guitarrista de Los Rolling Stones, que en aquel entonces tenía 62 años, logró recuperarse y hoy en día sigue tocando la guitarra igual de bien que el primer día.