De niño, Lars Ulrich quería ser tenista como su padre, el tenista danés Torben Ulrich, pero un concierto de Deep Purple cambió su vida para siempre. Fue el propio Torben el que llevó a su hijo, que por aquel entonces contaba solo 9 años, al concierto que la banda dio en Copenhague, Dinamarca, en diciembre de 1973. Y allí un emocionado Lars pudo conocer al cantante Glenn Hughes, que por aquel entonces militaba en los Purple. Aquel momento mágico quedó grabado para siempre en la memoria de estos dos astros del heavy metal. Y así lo recuerda el cantante Glenn Hughes: “Recuerdo claramente que antes del show había alrededor de 50 fans fuera del hotel. Y vi a ese joven con su padre, debía tener 12 o 13 años, y tenía los ojos pegados al cristal del coche. Salí a hablar con él, era Lars Ulrich. Él también lo recuerda. Escribió el prefacio de mi libro. Desde ese entonces, Lars es un amigo, y hablamos de ese episodio de cuando era un niño, un momento que nunca olvidaré”.
Fuente: Kiki Classic Rock