El 1 de octubre de 2017, el cantante y guitarrista Tom Petty fue encontrado inconsciente, sin respirar y con un paro cardíaco en su casa de Malibú, en Los Ángeles. Los servicios de emergencias lograron reanimarlo y fue llevado inmediatamente en estado crítico al hospital de Santa Mónica, donde fue conectado a una máquina de soporte vital, y así estuvo hasta el día siguiente, cuando finalmente falleció. Tom Petty había tomado una combinación letal de siete medicamentos que le habían sido recetados para el dolor, el insomnio, la ansiedad y la depresión, entre ellos: fentanilo, oxicodona, acetilfentanilo, temazepam, alprazolam y citalopram. Su mujer y su hija declararon poco antes de hacerse público el informe de la autopsia que su muerte había sido un accidente desafortunado, por una sobredosis accidental que el cantante se tomó porque el día que fue encontrado inconsciente se había roto la cadera y sufría un dolor insoportable. Según el forense, la causa oficial de la muerte fue una "falla multisistémica de órganos por un paro cardiopulmonar debido a toxicidad mixta de drogas". Tenía solo 66 años de edad. Los restos mortales de Tom Petty fueron incinerados y sus cenizas se encuentran en posesión de su familia.