Pete Best, el que en su día fuera el batería de The Silver Beatles, grupo que después pasaría a llamarse The Beatles, contó en una ocasión que él y Paul McCartney fueron expulsados de Alemania en los 60 por usar un condón como luz de emergencia. Podría haber sido una gamberrada sin más, pero no fue el caso. Ocurrió el 29 de noviembre de 1960, cuando dejaron el Club Koschmider, en Hamburgo, para trabajar en el Top Ten Club, un local dirigido por Peter Eckhorn, un tipo que les ofreció más dinero y un lugar más cómodo y mejor para dormir. Cuando Paul y Peter fueron a recoger sus cosas al Bambi Kino, un viejo cine en el que los había alojado el propietario del Club Koschmider, se encontraron con que el local estaba en una oscuridad casi total, así que McCartney sacó un preservativo de un bolsillo, lo colgó de un clavo que había en la pared y le prendió fuego. No hubo ningún daño, pero el dueño del local los denunció por intentar provocar un incendio. Al día siguiente, ambos serían deportados al Reino Unido bajo la sospecha de incendio premeditado.