En 1983, un testículo de Ian Gillan fue inmortalizado para la posteridad observando el mundo, mientras el cantante descansaba en el backstage, después de haber actuado en el Reading Festival al frente de Black Sabbath. Ian Gillan, ajeno a lo estaba sucediendo en su entrepierna, se dejó fotografiar muy sonriente por un periodista que tampoco se percató en aquel momento de la escapada triunfal del testículo. Diez años después, la imagen publicada casualmente en un periódico sudamericano, daría la vuelta al mundo y sería entonces cuando los fans darían la voz de alarma sobre el jugetón testículo. Por otro lado, a Ian Gillan no le importó en absoluto que todos vieran esa parte de su anatomía, puesto que, como buen aficionado al nudismo, no tiene ningún pudor a la hora de enseñar su cuerpo desnudo.
Fuente: Popular 1
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